martes, 26 de abril de 2011

toyotismo

El toyotismo corresponde a una relación en el entorno de la producción industrial que fue pilar importante en el sistema de procedimiento industrial japonés y coreano, y que después de la crisis del petróleo de 1973 comenzó a desplazar al fordismo como modelo referencial en la producción en cadena. Se destaca de su antecesor básicamente en su idea de trabajo flexible, aumento de la productividad a través de la gestión y organización (just in time) y el trabajo combinado que supera a la mecanización e individualización del trabajador, elemento característico del proceso de la cadena fordista.

Después de la terrible derrota sufrida por el movimiento socialista en Alemania a manos del nazismo Walter Benjamin comentó “nada corrompió tanto al movimiento obrero alemán como la creencia de que estaba nadando con la corriente, una corriente que éste localizaba en la dinámica del desarrollo tecnológico”. Una corriente muy parecida de ánimo y espíritu está en proceso continuo de consolidación en el mundo de los trabajadores. ¡Adáptense al desarrollo tecnológico! ¡Ajústense a la nueva realidad!, ¡Estas son las reglas del juego! Tales son las exclamaciones de indignación emanadas por progresistas bocas democráticas. Periodistas varios, intelectuales “comprometidos con su realidad” (traducción: en intranquila espera de un incentivo financiado por el Banco Mundial, para perfeccionarse en intrascendencia, vale decir, en vida académica), respetables sindicalistas, revolucionarios pertenecientes a la vieja guardia que cambiaron la tempestad de la juventud por la serenidad del sillón académico etc, etc. Toda la opinión pública mundial, todas éstas, cándidas voces humanitarias, juntas, gritando a coro, desaforados, afónicos ¡El mundo ha cambiado! Dicha postura (de cambio total en las relaciones sociales) es tan antidialectica como su opuesta: nada ha cambiado, sigamos analizando la realidad a partir de los parámetros de hace 30 o 40 años. Ante el dilema (estúpido) entre cambio total o nulo en las relaciones capital-trabajo, diremos que, sin negar los cambios importantes en las formas en que la dominación domina; la clave, el meollo del asunto es cómo deben ser entendidos estos cambios. En esta primera aproximación, diremos que: Japón es el campo de ensayo de las nuevas formas de explotación del trabajo y tecnologías que de forma desigual y combinada estamos padeciendo en el resto del planeta, de allí la importancia de estudiarlo como caso piloto.- El proceso de cimentación de esta forma específica de subsunción del trabajo humano, es decir, la construcción de éste patrón de dominación, no es producto de “las tendencias objetivas inescapables del propio desarrollo técnico y económico del capital; sino que es un producto cuyas causas y consecuencias sólo pueden explicarse a partir de la lucha de clases (se verá que la invención tecnológica es parte integrante de ésta lucha) entre capital y trabajo por el gobierno del hacer; libre y consciente, práctica creativa, del lado del trabajo librado del capital; enajenado y deshumanizado del lado del capital esclavizando al trabajo.- Nos centraremos en la génesis, procesos y formas (tres categorías centrales en el marxismo de Marx)  del modo toyotista de subsunción de la humanidad, pues creemos que éstas nos permiten entender el pasado-presente propio de un mundo en lucha, formas propias de la juventud y virilidad del pensamiento.

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