En un principio la AI se centró en la resolución de teoremas, fórmulas, problemas geométricos... pero pronto pasó a fijarse en los llamados problemas de sentido común (commonsense reasoning). Curiosamente, a las máquinas se les da mejor jugar al ajedrez a gran nivel que aprender y solventar problemas comunes, como los que cualquier hombre o mujer se encuentran cada día.
Los tres principales procesos de la inteligencia humana que la inteligencia artificial tiene que imitar son, en orden ascendente de dificultad:
- Aprendizaje. Consiste en adquirir conocimientos e información, así como las reglas para poder aplicarlos. Comprender que la inteligencia necesita de conocimiento previo fue uno de los primeros hallazgos de la AI.
- Razonamiento. Se trata de emplear esas reglas y conocimientos para alcanzar conclusiones aproximadas o definitivas.
- Autocorrección. Un ser dotado de AI debe por último ser capaz de identificar sus propios errores y desechar esas formas de actuación o conclusiones en el futuro.
Para explicar la definición anterior, entiéndase a un agente como cualquier cosa capaz de percibir su entorno (recibir entradas), procesar tales percepciones y actuar en su entorno (proporcionar salidas), y entiéndase a la racionalidad como una capacidad humana que permite pensar, evaluar y actuar conforme a ciertos principios de optimidad y consistencia , para satisfacer algún objetivo o finalidad. De acuerdo al concepto previo, racionalidad es más general y por ello más adecuado que inteligenci para definir la naturaleza del objetivo de esta disciplina.
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